LOVEGINGER [+ info]

Nací con unas cuantas palabras en la punta de la lengua y durante años me he dedicado a buscar más y a jugar con ellas. Desde las aulas, sobre un escenario, a través de las ondas o con un café en la mano. Mi juego preferido es contar historias. Y escucharlas, porque las palabras tienen música. Sólo hay que encontrársela.

café au lait en ivoox

27/JUN/2012

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Título:"Café au lait"  #programa 02 / Autor: Loveginger
Año:2012  Dur:29'39"

/// PARÍS, JE T'AIME ///

Lo confieso. Soy una enamorada de Francia. Su idioma, su gastronomía, su cultura…Me gusta todo. Y, por supuesto, me encanta París. De hecho, me hechizó incluso antes de visitarla. No sé bien si por las veces que la recorrí a través de las páginas de un sinfín de novelas o por las innumerables películas de la Nouvelle Vage que vi de pequeña. Lo que sí que sé es que esta ciudad siempre me ha resultado familiar. Y es curioso porque, al mismo tiempo, se alza como una caja de sorpresas: siempre nueva, siempre por descubrir.

El escritor mexicano Fadanelli decía en una entrevista que existen dos tipos de ciudades: las ciudades para vivir y las ciudades para visitar. Y en muchos casos lo que separa a unas de otras es un matiz muy sutil.

Las ciudades para vivir son aquéllas que nos hacen sentirnos de allí desde el momento que ponemos un pie en tierra y las que echamos de menos cuando nos alejamos. Son las que nos brindan la posibilidad de hacer planes a corto plazo. Y las que nos permiten soñar y ser libres. Madrid, por ejemplo, es uno de estos lugares que te enamora y no te deja marchar. Es, sin duda, una ciudad para visitar pero, sobre todo, un sitio ideal para vivir.

Esta mañana me he levantado pensando en París y preguntándome a qué tipo de ciudad pertenece. Hace unos días viajé allí por trabajo y regresé con la sensación de que me había sabido a poco. Me ocurre siempre con este lugar. Quizás sea por sus callejuelas ambientadas con música en vivo. O, tal vez, por los olores de pequeños restaurantes con encanto. No lo sé.

Para mí, París es una ciudad que hay que visitar al menos una vez al año, aunque no de forma turística. Hay que sentirla desde dentro. Personalmente, me encantaría disponer de un pequeño estudio en el barrio de Montmartre para escaparme en mis días libres y vivir como una parisina más. Pero de vacaciones y sin las prisas cotidianas. Exprimiendo al máximo las posibilidades que me ofrece la ciudad de la luz, ese lugar que huele a chocolate. ¡París, je t'aime!

18/MAY/2012

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Título:"Café au lait"  #programa 01 - Renaud et Axelle Red" / Autor: Loveginger
Año:2012  Dur:30'36"

/// CON LECHE, POR FAVOR ///

¿Por qué no haces un programa de radio sobre música en francés? Así empezó todo. Gracias a Chusé, el director de la emisora TEA FM. La oferta era redonda y no había condiciones. Podía elegir contenidos, estructura y duración. Y también si quería que fuera en directo o pre-grabado. La propuesta era como un traje a medida. Imposible decir que no.

Las dudas llegaron después al tratar de materializar la idea. Lo primero de todo era cómo llamarlo. Aquello iba a ser un parto y, al igual que un hijo, también necesitaba un nombre. Un nombre en francés, por supuesto. Y fácil de pronunciar y recordar. ¡Demasiada responsabilidad para tomar sola esta decisión! Así que reuní a varios amigos que no hablaban francés y les propuse una tormenta de ideas para descubrir cuáles eran las palabras o expresiones más típicas de ese idioma. Hubo de todo: Tour Eiffel, pomme de terre, Moulin Rouge, croissant, mon amour…y de repente alguien dijo: ¡Café au lait! En el fondo lo que quería decir era "café olé", dos términos fácilmente identificables en castellano. Pero, sin darse cuenta, había dado con el nombre que yo estaba buscando para el programa. Ya imaginaba la cuña en mi cabeza: "Café au lait, tu programa de radio semanal sobre música en francés".

Era perfecto. Sonoro, muy francés y además contenía esas connotaciones de calidez que nos transmite un café recién hecho. El nombre me dio la idea del proyecto. ¿Por qué no convertir el espacio sonoro en una cafetería abierta a todos los públicos? TEA FM representaría la cafetería, Café au lait, la taza de café y yo, a la camarera que elegiría la selección y pondría en marcha la gramola cada semana. Porque, en el fondo, de eso de trataba: de degustar a pequeños sorbos la música francófona de ayer, de hoy y de siempre. Y todo en media hora, el tiempo de un café.

He de confesar que soy adicta a la cafeína, así que el nombre del programa de alguna manera también hablaba un poco de mí, de la madre de la criatura. Dicen que todo se hereda menos la hermosura, ¿no? Pues de cafetera, café. Pero un café distinto a todos los anteriores que habían pasado por mis manos.

Ya tenía el título. Lo del esqueleto del programa es harina de otro costal. O café de otro cafetal…Por eso, tendréis que esperar al próximo Café au Lait para descubrirlo. ¿Gustáis?

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